Otro por Juan Manuel

Este si con fotos (responsabilidad de Beatrix). Almuerzo donde Beatrix.
Asisten Cacay, Quique, Santiago Calvo, Pedro Crump el afortunadísisisisisisisimo marido de Beatrix y este servidor.
Atenciones plenas, unas brusccetas deliciosas, un mero de perder los sentidos acompañado de un delicioso puré de papa y ensalada, vino francés tinto delicioso (somos unos salvajes con ese mero mínimo un buen Gewurtztraminer, conste que Beatrix ofreció blanco). De postre “tarte aux pommes” Quique que come poco repitió.
Carajo como se come de bien en las casas de las nenas del colegio.
Beatrix parece de 40, Cacay parece dos días mayor o menor, y Quique y Calvo los hermanos menores de las dos. Que vejez la mía.
Comimos algo de prójimo. No menciono nombres. Pero pasaron al tablero muchos de Ustedes. Sin embargo el clímax del almuerzo fue una muy civilizada conversación sobre política en la que Santiago expresaba una ideología marxista leninista bastante aterradora y yo defendía los principios del glorioso partido conservador, o fue al revés, no me acuerdo muy bien pues me zampé dos ginebras antes de almuerzo y sendas copas de vino.

Lo opuesto de las opiniones hubiera dado pa que nos lanzáramos los tenedores, los cuchillos, las copas y hasta los asientos. Pedro trataba de aportar una posición moderada, seguramente preocupado por muebles y enseres. Pero no, hicimos gala de nuestra formación liceana del respeto por el otro.
Gracias a Beatrix por la invitación y gracias a la vida por haberme dado estos compañeros de colegio.
Me preocupa que no me van a volver a invitar porque no me callo la jeta y poco dejo hablar a los demás, pero es que en Sudáfrica no entienden, no saben quien es Uribe, ni las FARC, ni Ingrid, ni Sorela, ni Rafa, ni lo que es una descolgada, ni a lo que huelen los franceses; entonces allá me toca hablar de cricket y de animales.