martes, 24 de marzo de 2009

Fugaz historia de la GEL: desde el tremendo impacto de la chica del gorro hasta la disolución por ley parental

(basada en los archivos de Tengú, y con fotos cortesía de Mike Gómez)

Capitulo 2 de 2 (y fin)



[NOTA: Como recordarán, los dejé a todos con el corazón en la boca al final del capítulo 1, luego de contarles los primeros años de la GEL. Les envío ahora el segundo y último capítulo.]

Por aquel entonces (circa principios de 1964), todo marchaba de maravilla en la república de la GEL. Los ministerios de la fuerza (Mike), las armas (Hacho), y la propaganda (Rafa), tenían bajo control al mundo del LF, al menos de 3ro de bachillerato para abajo. No había estudiante, hembra o varón, que no supiera o temiera a la GEL, y la fama de la organización llegaba otrora los mares, o sea como hasta Chapinero… Teníamos un fuerte (casa de los Gómez) con capilla calle de por medio, o sea hasta Dios de nuestro lado; experimentadas consejeras de estado (Kathy y Carmen Gómez); sede de actividades secretas (casa de los Escobedo), donde se construían aviones caza y bombarderos, ademas de ser depósito de una gasolina trabadora; y un centro de ideas, que hoy dia se llamaría un “think tank”, para cometer fechorías desconocidas en aquella época en la capital e importadas de la costa del Caribe (es decir, de la casa Lemaitre y hermanos mayores de Rafa).

Y aquí hago un paréntesis para referirles un truco de lenguas que aprendí de Carmen y Kathy Gómez. Un buen dia me agarraron desprevenido, y me dieron un papelito con las siguientes letras: TENSLPPTESO. Y me dice Carmen, impávida:
-“Oiga Rafa, lea estas letras pero en inglés”.
Procedí con toda seriedad creyendo que era un mensaje secreto de amor… y…. y… y… a lo que avanzaba me fui poniendo más y más colorado, hasta convertirme casi en un tomate! Duraron Kathy y Carmen riéndose de mi como 2 semanas seguidas! Nojoda! Qué pícaras esas Gómez! Las recordaré siempre.

Pues sí, teníamos por esa época costumbre de practicar montañismo. En compañía de amigos e infiltrados, hacíamos expediciones a las montañas aledañas al LF, donde luego de un camino largo y culebrero, llegábamos sin aliento a una cascada que nos parecía como un templo sagrado. Allí descansábamos, y luego de hacer picnic, y tal vez obtener de nuestras parejas uno que otro furtivo beso, abrazo, o agarrada de mano, descendíamos de nuevo a la realidad de la carrera 7a con la calle 87. Creo que fue en el aire rarefacto de aquellas alturas donde la GEL se empezó a marear de poder, cosa que llevó a la organización eventualmente a su final.




FOTO 1. Montañismo con damas invitadas (Beatrix, Arlene, Christine, Nena) y un infiltrado (Machicho)




FOTO 2. Sobre los hombros de Mike, Hacho y Giovanni Savino, están: Kathy Gómez (con su risa sui generis, Tere Vieco (con su pelo chuto), e Isa “Nena” Escobedo (con su risa sabia de siempre). Es un misterio donde estaría Rafa en los momentos de esta foto…


Y en efecto, sucedió un evento que llevó a la GEL al abismo.

En aquellos dias de auge y atrevida confianza, empezó a volverse costumbre que Hacho se aliara con la Nena para sonsacarle a su mamá las llaves del pichirilo (el cacharrito Renault ’53 de la canción de Roberto Carlos que mencioné en el capítulo 1), y así ambos escaparse en cuatro ruedas por un rato con los amigachos. Hacho nos recogía a Mike y a mi para... vrrroom! vrrroom!... vrrroom!... darle un vueltecita a nuestros dominios alrededor del colegio. Y fue así como un buen sábado, recibí una llamada alertándome que Hacho vendría a recogerme para hacer unos experimentos de prueba de velocidad y equilibrio en el famoso pichirilo.

Dicho y hecho, al poco rato sonó el beep! beep! beep! del pichirilo al frente de mi casa en la carrera 18 con calle 93, con Hacho al volante cual “Snoopy” haciéndose el Barón Rojo, y Mike de copiloto listo a cascarle a quien se atravesara. Por ser de piernas largas, me coloqué en el asiento de atrás. La conversación que siguió fue mas o menos así:
-“Oigan”, dijo Hacho, “vámonos a la cra 7a con calle 92 que es bien empinada, y bajemos a toda mecha a ver qué velocidad alcanzamos. Qué tal?”
-“Dale cajeta!”, dije yo, y Mike estuvo de acuerdo.
Durante el trayecto, seguro que yo iba hablando sobre el “♫tremendo impacto que me llevé con la historia de la chica del gorro♫”, pues yo vivía enamorado de varias chicas del LF. Pero llegamos rápido a la 7a con 92, y suspendí la conversación para empezar las peligrosas pruebas.

En aquellos dias el empalme de la 7a con 92 estaba recién terminado en concreto, y era como una pista del aeropuerto El Dorado. La calle era de 2 vias amplias, con una ancha zona verde de separación con andenes altos y fuertes. Procedimos a bajar una y otra vez de la 7a a la cra 11 o hasta la cra 15, a “toda”, cada vez llegando a más velocidad: 70… 80… 90 km/h. Qué machera! Nos brillaban los ojos! Pronto llegaríamos a 120 km/h!!! Pero como a la cuarta prueba de bajada, y a unos 200 metros abajo de la 7a, depronto sonó algo roto en el eje delantero, y el pichirilo empezó súbitamente a virar descontrolado de un lado a otro de la calle como un carrito loco en las ferias… Hacho trataba desesperadamente de recobrar el control… pero nada!… y el freno??!!… tampoco servía!… seguía subiendo la velocidad!... y en una de esas viradas, el pichirilo chocó contra el andén de la zona verde separadora y empezó a volar… De ese momento en adelante solo recuerdo sentir como si estuviera metido en una licuadora… dando golpes… PUM! PUM! CATAPLUM! PUM! PUM! … CATAPLUM! hasta que se detuvo el carrito. Habíamos dado 2 vueltas de campana, y finalmente ido a parar al centro de la zona verde, con la llantas hacia abajo, o sea en posición normal!!! Aturdidos, nos tocábamos a ver si estábamos vivos, muertos, o heridos, y enseguida empezamos a salir del machucado carrito, ahora ya con los vidrios rotos y el techo hundido—como quien dice vuelto mierda! Primero salió Hacho… un razguño aquí y allá, pero sano; salió Mike… unas cortaditas, pero bien; y finalmente salí yo … un chichón en la cabeza, pero ni un razguño! Seguidamente se produjo una escena de desastre, en donde muchos testigos y vecinos salieron corriendo como ratas de un barco hundiéndose, hacia el carro a recoger a los muertos o socorrer a los heridos.

Confieso que aun tengo una laguna mental de los sucesos que siguieron. Sólo recuerdo que la GEL, por primera vez en su historia, estaba cagada del susto. Mierda! y ahora qué?! Quién le cuenta a los padres de Hacho que volvimos el carro una soberana mierda??! Y Mike y yo, cómo contar (o no) a nuestros propios padres este trágico episodio que casi acaba con nuestras vidas? No sé cómo hizo el pobre Hacho (o la Nena, pues ella se había prestado para robarnos las llaves), pues alguien tuvo que remolcar el pichirilo y llévarselo al taller, además de reportar el accidente a las autoridades policiales del tránsito. La policía!! Ay! qué susto!!

Luego de un rato, creo que Mike y yo simplemente corrimos a nuestras respectivas casas, pensando ingenuamente que nada se sabría. Y pucha! qué equivocados estábamos!

No había cruzado el umbral de la puerta de mi casa, cuando me salió mi madre al paso, y con cara muy seria me indicó que pasara “inmediatamente!” a hablar con mi papá, quien por cierto estaba en esos dias con un tobillo roto y lleno de tornillos, luego de pisar un hueco jugando golf (mi padre fue un gran hombre de letras, pero un desastre en los deportes), y en esos dias se la pasaba sentado en el famoso sillón color mostaza en la biblioteca de mi casa. Es necesario entender, que cuando mi madre decía en aquel entonces: “inmediatamente!”, ni el puto Tengú te podía salvar, la cosa era muy en serio! La conversación (bueno, el monólogo) fue seca y firme, y algo así:
-“Mijo, me acaba de llamar la mamá y el papá de tu amigo Escobedo a contarme lo que ha sucedido, y están muy disgustados… Carajo! Confiésate de una vez! Cómo es posible que seas tan irresponsable?! Se han podido matar todos 3, no te diste cuenta?! Te salvas de una cueriza porque no puedo levantarme de esta silla. Enseguida llamas por teléfono y le pides perdón a los Escobedo, están furiosos, y nosotros avergonzados. Quedas castigado por 3 meses. De ahora en adelante, y hasta nueva órden, todos los dias te vienes enseguida del colegio pa’ la casa, y en el bus, nada de a pie y de parar donde Escobedo o el tal Gómez ese. Y los fines de semanas te quedas aquí conmigo, sirviéndome de paje hasta que se me cure el tobillo. El domingo entrante le diré al cura de la capilla del Colegio Cervantes que diga una misa agradeciendo que se salvaron uds 3 carajitos, y cuidadito no te pones en la primera fila, te confiesas y comulgas. Y de la iglesia pa’ la casa! Entendido? Pendejón! Vete a tu cuarto y no te atrevas a asomar la nariz hasta que te llame!”


Y seguidamente exclamó mi madre desde el otro cuarto:

-“Y pa’ que lo sepas Rafaelito: en Cartagena también mandé decir una misa en la iglesia de San Pedro agradeciendo que tú y tus amigos no se mataron! Cómo se te ocurre?” Y siguió un jalón de orejas que casi me desoreja—aún me duele—e hice mutis sin chistar.

Al parecer todo había quedado resuelto. Pero nada más lejos de la verdad. Como a la semana o dos, llegaron mis notas del colegio (ver Foto 3, y hacer "click" para ampliar) correspondientes al mes de febrero de 1965. Nojoda! allí ardió Troya. Si el castigo y el sermón de mi padre me había hecho arrepentir de mi participación en el asunto del pichirilo, lo que siguió fué suficiente para que renunciara a seguir en la GEL. De nuevo me llamó mi padre a la biblioteca, y arrimando las calificaciones a mis narices, exclamó furioso:
-“Qué significa esto??!?? Rajado en 8 de 12 materias???!! A donde crees que vas a llegar en la vida si sigues así?? Pues no más ni Escobedo ni Gómez, me entiendes? Voy a hablar con el Rector, y escribiré una nota a tus profesores. Si el mes entrante no mejoras, te mando interno a algún colegio militar, está claro?”


Pucha! me dije a mi mismo aterrorizado, a un colegio militar??!!?? ni pa’l putas voy! allí me agarran hasta el culo!! esto de la GEL se tiene que acabar. Y así fue.


FOTO 3. Calificaciones del integrante Lemaitre de la GEL, correspondientes al mes de febrero de 1965. Fué rajado en 8 de las 12 materias, pasando solo Aritmética y Educación Física (raspaditas), y Educación Estética. Nótese la queja general del profesorado (“l’ensemble des professeurs se plaint d’une absence totale de travail”), y un sello rojo de “ADVERTENCIA del Consejo de Disciplina”. [La nota de mi padre se comenta en el texto].


Transcribo la nota de mi Papá escrita de su puño y letra, abajo de la firma del Rector:
El niño no trae trabajo par hacer en la casa, o dice no se las dan. Por las tardes, en vez de venirse en el bus, se va para donde los amigos Escobedo y Gómez. Estamos tomando las medidas para conseguir mayor rendimiento. Les rogamos no permitir que deje de tomar el bus.” Añadiendo al márgen, luego de más rabia: “Favor hablar con los profesores”.

Sobra decir que mis calificaciones en el mes de marzo mejoraron ostensiblemente, pero la GEL allí murió.

Ite misa est.

4 comentarios:

jacques dijo...

Asi era el carrito, si señor!!!
Yo tengo como recuerdo, que estabamos en el salón que tambien se usaba de capilla, en pleno examen de Math y llegaron los tres, mas blancos que el papel que yo miraba resignadamente con nada mas que mi nombre inscrito. Salieron por donde entraron, uno que otro puff, acompasado con una mano que subia y baja resignada del profe y nuevamente yo sobre mi hoja de examen en blanco.
Hacho, el mayor Escobedo, su papá, lo entretuvo en ires y venires al taller llevando piezas y partes del pichi, como fue ese peculiar castigo?

Mico dijo...

Hay tantos hilos y recuerdos que no se bien por cual comenzar. Algo asi como "el Coronel Aureliano Buendia adelanto 32 insurrecciones y las perdio todas"* - y por eso lo fusilaron. Menos mal no nos
toco semejante suerte ese dia pero si se fijo alguna que otra cosa.

No se ustedes, pero a mi me ha tocado ya varios de esos dias en que se cambio el rumbo de la vida en forma clara y tajante. De esos que algunos dicen que se le atraveso el destino. O "hoy el diablo anda suelto" - expresion que no conocia y se la aprendi a Fabio el conductor de mi hermana Carmen - y por eso se lo agradeci. El idioma viene por todos lados; solo falta ver si estamos atentos.

A Hacho lo conoci a traves de Rodolfo y Chepe Vidal. Hijos del Coronel Vidal, vecino y compañero del ejercito con mi papa. El Coronel le gustaba bañarse en agua super hibiente q pela pollos y venia todos los dias del trabajo a almorzar a la casa desde la Registraduria Nacional de la Nacion, q en una epoca quedaba en la Avenida Caracas como con la 3ra. Por alla. Y nunca me deje de asombrar del conductor q lo traia y llevaba. Lo conoci poco, pero a mi parecer, era un hombre gentil y no fue egoista con su experiencia y conocimiento. Con Chepe y Hacho comenzamos a fregar desde segundo
elemental. Rodolfo estaba mas adelantado pero eramos llave.

Don Hernan, el papa de Hacho, tambien estuvo en el ejercito, pero preferia q no se le refiriera con titulo militar. Tenia sus razones y su sabiduria por ser hombre de negocios. Lo q primero me impacto de la casa de Hacho fue el gran porton de madera con el techado de teja española donde anidaban las golondrinas. Y luego ese patio de loza hasta el fondo. Alli se parqueaba el cacharrito.

Rafael entro a mi casa por primera vez por la ventana del comedor. No asi como nos enseñaba el Professor Nuñez quien nos sugeria que comenzaramos por el principio. Anita se sorprendio y rio pero el
le reitero. Mala pata con la ventana. Creo que en ese entonces estabamos pintando la casa y por esa razon habia lio con la entrada. Rafa no llego sino en cuarto con el Profesor Pulido. Y hablaba algo de ingles por estudiar en el G. Washington en la heroica.

El bendito dia del accidente era Sesion Solemne para elemental y la familia de Hacho estaba alla. Robby y Pilar estaban en elemental y la Nena, creo, fue con ellos. Perfecto para marranear. Mejor
dicho: mas dura un pedo dentro de un trapo q el pobre cacharrito ese en el garage.

Como me dice un barranquillero: "Mi diocito sabe porq y como hace las cosas." Y hay cosas q tan solo son de el. Bajabamos por la Calle 92 desde la 7a a lo q diera ese pobre carro. La energia q llevaba era tal q volamos cola sobre punta para quedar nuevamente parados frente a un viejo y robusto pino q nos miraba con desdeño: chinos locos, irresponsables, hps! Menos mal no le dimos al pino. Nos hubieramos vuelto añicos. No dimos trompos. Ni nos volcamos. Dimos vuelco completo de punta a punta. Pero mi diocito no castiga ni con palo ni con rejo. Los tres sobrevivimos. Hubo varios milagros ese dia. De esos q tan solo el sabe hacer. Nadie se rompio un hueso. Ni la pierna. O el braso. O un codo o la muñeca. Ni un dedo! Nada. Nadie perdio un ojo o un diente. Ni hubo
cicatrices q mostrar. Nadie salio con una zanja en la cabeza. Ni se rompio el cuello. Nadie salio paraplejico o cuadruplejico. No se. Todavia me da miedo recordarlo. Era el comienzo del fin para estos locos q como muchos otros de esa edad se creen invencibles, invisibles, todopoderosos, inconsecuentes y malandros.

Lo ultimo q yo me acuerdo es q vi el bendito pino enfrente a nosotros patas arriba! Al reves! Ahi fue cuando me apague. Perdi conocimiento por unos segundos. No se cuantos. Tan solo volvi a mi
cuando el auto ya estaba parado y quieto. Lo q quedaba del pobre cacharrito. Hacho me contaba luego q lo ultimo q el se acordaba era q yo me quitaba un par de anteojos de sol especiales del papa, q
yo me habia tomado de atrevido, le doble las paticas y los puse en la guantera para q no se fueran a dañar! Y no se dañaron. El carro vuelto chicuca pero tranquilos. No pasa nada. El pobre Rafa
salio de atras no se como. El asiento estaba fuera de su lugar y no se como volaron juntos. Pero juntos volaron! No hubo aceite, ni gasolina, ni agua. El carro no se incendio. Mejor dicho - como
dijeron en ese entonces: "Para estar de malas, estuvieron muy de buenas!"

A la hora del accidente ya se sabia en EEUU y en Europa. Es q la gente es bien chismosa, no?

Ese dia fue el examen final de matematicas de tercero bachillerato y fue en la capilla del Liceo. Todo tercero nos estaba esperando. Tan solo faltabamos nosotros tres para comenzar. A donde se habran metido esos tres locos? Estabamos en el hospital militar q nos llevaron por si las moscas. Y yo de insolente contestandole a un medico tan joven q pense q era enfermero. Nadie vomito. Ni tuvo contuciones. Ni hemorragias. Su consejo fue q sacaramos el pase y apredieramos a conducir! Y asi nos fuimos al examen y asi lo presentamos.

No se porq las cosas suceden asi. Chuchito, como le dice otro amigo mio, tenia otros planes para nosotros. Todavia no se cuales son, ni de q indole, pero algo habra. Que clase de paliza sera?


* Cien Años de Soledad.

Rafa dijo...

Mierda Mike! qué vaina buena esos recuerdos tuyos para complementar mi historia!

Ojalá Hacho y la Nena añadan cosas de su parte, pues seguro en su casa las consecuencias fueron graves... Una cosa que aun no estoy seguro, es la fecha o mes en que ocurrió el accidente, aunque estoy casi seguro que fue antes de yo recibir esas horribles y vergonzosas calificaciones de febrero de 1965. A mi, ni al hospital me llevaron...

El castigo de "chuchito" nos debe estar esperando en el mas allá, y a lo mejor nos juntará de nuevo...

Mico dijo...

Echando un poco mas de cabeza, q a ratos me queda dificil, una fecha aproximada seria alguno de los fines de semana de mayo o junio cuando eran examenes finales en esa epoca. El año seria el '67.